Entre los años 1865 y 1955, el hotel llevó un registro que recogía las experiencias y las maravillas de los dominios de la diosa Pele. Toda una lección sobre geología y naturaleza humana, las divertidas anotaciones eran una crónica de los límites a los que un aventurero podía llegar para experimentar una maravilla de la naturaleza.
El libro de visitas fue estrenado en 1865. La Casa del Volcán no era más que una choza de paja cuando O.H. Gluck donó el primer libro de visitas en blanco.
El donador del libro solicita a los viajeros y visitantes ocasionales que apunten sus nombres y escriban todas (o algunas de) sus experiencias en cuanto a los fenómenos volcánicos que hayan atraído su atención durante su estancia aquí. De esta forma, los apuntes pueden cobrar un gran valor para el mundo científico dentro de algunos años... O.H. Gulick, 2 de febrero de 1865
El libro de visitas fue estrenado en 1865. La Casa del Volcán no era más que una choza de paja cuando O.H. Gluck donó el primer libro de visitas en blanco.
El donador del libro solicita a los viajeros y visitantes ocasionales que apunten sus nombres y escriban todas (o algunas de) sus experiencias en cuanto a los fenómenos volcánicos que hayan atraído su atención durante su estancia aquí. De esta forma, los apuntes pueden cobrar un gran valor para el mundo científico dentro de algunos años... O.H. Gulick, 2 de febrero de 1865
En 1865, La Casa del Volcán estaba situada en medio de dos volcanes activos, el Kilauea y el Mauna Loa. Como no existía observatorio oficial entonces, Gulick propuso que el libro de visitas se transformara en un medio para registrar la actividad volcánica. El Hotel Casa del Volcán finalmente se convirtió en un verdadero hotel que fue reconstruido a lo largo de los años. En cuanto se llenaba un libro, era donado un nuevo registro.
En 1866 Julius Richardson construyó un hotel mejorado con armazón, bambú y paja. Había un salón amueblado, un hogar y dos dormitorios.
Habiendo visitado Kilauea en los días en que el viejo cobertizo con su puerta abierta y el hoyo en el centro en vez de chimenea eran todas las comodidades para los pobres viajeros helados, ¡cuánto apreciamos y admiramos las delicias del presente albergue, que bien merece el nombre de hotel!. Bien, Madame Pele (la diosa del volcán) ahora enciende el fuego para nosotros y hace buena publicidad del lugar, ya que recibe a los visitantes con hospitalidad. ...
En 1877, William H. Lentz fue contratado como asistente en la construcción de un hotel mejorado. Se convirtió en su propietario en 1883. El edificio de 1877 alberga actualmente el Centro de Arte del Volcán.
La administración del Hotel Casa del Volcán no tiene rival en el reino, y podría ser la envidia de una casa de Honolulu con muchas más pretensiones. Reconozco que todos los que venimos aquí saldremos complacidos, la combinación de una atmósfera fresca, unanfitrión genial, una mesa bien provista con varios manjares que no esperaríamos encontrar aquí, y finalmente aunque no menos importante, buenas camas y fuegos reconfortantes que convierten a este lugar en un sitio donde a uno le gustaría quedarse por una semana. ... Firma ilegible. Louisiana, 6 de diciembre de 1882
En 1883, O.T. Shipman se hizo cargo del hotel hasta 1885. Los invitados estaban encantados con el nuevo administrador. Sin embargo, la mayor atracción continuaba siendo Madame Pele.
En 1885 la Casa del Volcán pasó a ser propiedad de la "Compañía de Vapores Wilder", con John Maby como director.
Vine a la Casa del Volcán por razones de salud y debo decir que el clima, las camas cómodas, las comidas buenas y bien preparadas y el amable trato que he recibido del Sr. y la Sra. Maby me han hecho sentir un hombre nuevo. No puedo evitar sentirme sorprendido por el hecho de que los pobladores de Honolulu especialmente, y los de las islas cercanas, no vengan a la Casa del Volcán cuando necesitan descansar, porque el director y su esposa son capaces de hacer todo por ellos. Mi única pena fue no encontrar a Madame Pele en casa cuando fui a visitarla, pero los paisajes grandiosos e inspiradores que contemplamos nos recompensaron por cualquier contratiempo que hayamos tenido que atravesar, si lo hubo, para regresar a casa. El clima, durante el tiempo que pasé aquí, no fue exactamente favorable, pero la calurosa bienvenida que he recibido invariablemente después de cada paseo por el bosque cercano siempre me ha dado alegría.
1881 vio llegar nuevos propietarios, la Compañía de la Casa del Volcán. Se construyó un hotel nuevo y más grande, bajo la dirección de George A. Howard. El nuevo director del hotel fue Peter Lee, quien dirigió la Casa del Volcán hasta 1898.
Cuatro A.M. Visitamos el cráter. Había veintiocho fuentes en funcionamiento. Las luces combinadas de las linternas y el cráter formaban una visión inspiradora. Recomiendo a los viajeros que visiten a Madame Pele por la noche. La negativa del Sr. Lee puede ser sorteada con una buena estrategia. Escondan sus linternas y antorchas en sus camas.
En 1898, Fred Waldron se hizo cargo de la Casa del Volcán por dos años.
Hicimos un viaje al cráter durante el día y otro por la noche, ambos fueron interesantes. Por la noche las grietas ardían con un rojo feroz y nos entretuvimos cociendo huevos, asando plátanos y quemando varillas. Entramos al cono caliente y sentimos los sesenta grados, y nos encantaron las maravillas que vimos a la luz de la luna, tanto que casi olvidamos regresar. Así fue como, para nuestra sorpresa, cuando atravesábamos el bosque de helechos iluminado por la luna, encontramos una partida de rastreo buscándonos, temerosos de que el borde del cráter se hubiera quebrado y nos hubiera tragado. El alivio de nuestros anfitriones (el Sr. y la Sra. Waldron) a nuestra llegada, resultó en una encantadora cena de medianoche y un crepitante fuego en el hogar.
En 1866 Julius Richardson construyó un hotel mejorado con armazón, bambú y paja. Había un salón amueblado, un hogar y dos dormitorios.
Habiendo visitado Kilauea en los días en que el viejo cobertizo con su puerta abierta y el hoyo en el centro en vez de chimenea eran todas las comodidades para los pobres viajeros helados, ¡cuánto apreciamos y admiramos las delicias del presente albergue, que bien merece el nombre de hotel!. Bien, Madame Pele (la diosa del volcán) ahora enciende el fuego para nosotros y hace buena publicidad del lugar, ya que recibe a los visitantes con hospitalidad. ...
En 1877, William H. Lentz fue contratado como asistente en la construcción de un hotel mejorado. Se convirtió en su propietario en 1883. El edificio de 1877 alberga actualmente el Centro de Arte del Volcán.
La administración del Hotel Casa del Volcán no tiene rival en el reino, y podría ser la envidia de una casa de Honolulu con muchas más pretensiones. Reconozco que todos los que venimos aquí saldremos complacidos, la combinación de una atmósfera fresca, unanfitrión genial, una mesa bien provista con varios manjares que no esperaríamos encontrar aquí, y finalmente aunque no menos importante, buenas camas y fuegos reconfortantes que convierten a este lugar en un sitio donde a uno le gustaría quedarse por una semana. ... Firma ilegible. Louisiana, 6 de diciembre de 1882
En 1883, O.T. Shipman se hizo cargo del hotel hasta 1885. Los invitados estaban encantados con el nuevo administrador. Sin embargo, la mayor atracción continuaba siendo Madame Pele.
En 1885 la Casa del Volcán pasó a ser propiedad de la "Compañía de Vapores Wilder", con John Maby como director.
Vine a la Casa del Volcán por razones de salud y debo decir que el clima, las camas cómodas, las comidas buenas y bien preparadas y el amable trato que he recibido del Sr. y la Sra. Maby me han hecho sentir un hombre nuevo. No puedo evitar sentirme sorprendido por el hecho de que los pobladores de Honolulu especialmente, y los de las islas cercanas, no vengan a la Casa del Volcán cuando necesitan descansar, porque el director y su esposa son capaces de hacer todo por ellos. Mi única pena fue no encontrar a Madame Pele en casa cuando fui a visitarla, pero los paisajes grandiosos e inspiradores que contemplamos nos recompensaron por cualquier contratiempo que hayamos tenido que atravesar, si lo hubo, para regresar a casa. El clima, durante el tiempo que pasé aquí, no fue exactamente favorable, pero la calurosa bienvenida que he recibido invariablemente después de cada paseo por el bosque cercano siempre me ha dado alegría.
1881 vio llegar nuevos propietarios, la Compañía de la Casa del Volcán. Se construyó un hotel nuevo y más grande, bajo la dirección de George A. Howard. El nuevo director del hotel fue Peter Lee, quien dirigió la Casa del Volcán hasta 1898.
Cuatro A.M. Visitamos el cráter. Había veintiocho fuentes en funcionamiento. Las luces combinadas de las linternas y el cráter formaban una visión inspiradora. Recomiendo a los viajeros que visiten a Madame Pele por la noche. La negativa del Sr. Lee puede ser sorteada con una buena estrategia. Escondan sus linternas y antorchas en sus camas.
En 1898, Fred Waldron se hizo cargo de la Casa del Volcán por dos años.
Hicimos un viaje al cráter durante el día y otro por la noche, ambos fueron interesantes. Por la noche las grietas ardían con un rojo feroz y nos entretuvimos cociendo huevos, asando plátanos y quemando varillas. Entramos al cono caliente y sentimos los sesenta grados, y nos encantaron las maravillas que vimos a la luz de la luna, tanto que casi olvidamos regresar. Así fue como, para nuestra sorpresa, cuando atravesábamos el bosque de helechos iluminado por la luna, encontramos una partida de rastreo buscándonos, temerosos de que el borde del cráter se hubiera quebrado y nos hubiera tragado. El alivio de nuestros anfitriones (el Sr. y la Sra. Waldron) a nuestra llegada, resultó en una encantadora cena de medianoche y un crepitante fuego en el hogar.
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